viernes, 18 de diciembre de 2015

¿Un sueño?

¡Saludos Letrilers! Esta vez no traigo ninguna curiosidad ni consejo, sino que os traigo un relato que hice para el Campamento Fandoms que llevaba mucho tiempo queriendo compartir con vosotros, espero que os guste:

               ¿UN SUEÑO?

Hogwarts, su adorada Hogwarts, por fin la volvía a ver. No era como todos la recordamos, con sus majestuosas torres y sus mágicas escaleras; con sus fantasmas antiguos y sus cuadros parlantes. Aquella Hogwarts era la que había vivido el día épico, el día en el que él, Harry, había tenido que enfrentarse a su fatídico destino: morir para salvarlos a todos, sacrificarse para sobrevivir. Una gran ironía de la existencia, ahora que Harry se paraba a pensarlo. Por suerte, la muerte aún no había querido llevárselo consigo.

Entró por la que había sido la puerta principal, ahora convertida en un montón de escombros esparcidos por el suelo, al igual que casi todo lo demás. Caminó por la zona, hasta llegar al que había sido el gran antro: el comedor, espacio en el que se habían repartido lujosas comidas, lugar que había sido testigo de risas, de llantos, de discursos y, en sus peores momentos, de duelos a muerte y de cadáveres.

Seguía absorto en sus reflexiones cuando el lugar desapareció ante sus ojos, como si nunca hubiese existido, como si nunca hubiera estado allí. Harry se quedo atónito, no sabía que había pasado, no sabía como reaccionar ante tan extraño suceso ¿Habrá llegado mi hora? ¿Era el momento de irme con aquella misteriosa criatura que era la muerte?

Lo que sucedió lo dejó más confuso aún. Apareció en un pasillo extraño que parecía no tener final. Empezó a caminar cuando se percató de que sus ropajes habían cambiado: su pantalón, camisa y zapatos habían sido sustituidos por unos atuendos de color gris. Ignoró ese detalle y siguió andando, en busca de alguien que pudiera darle una explicación.

Seguía intentando entender todo lo acontecido cuando un hombre vestido con atuendos azules apareció al otro lado del pasillo. Éste individuo, al estudiar la vestimenta de Harry, antes de que a éste le diese tiempo a formular nada le dijo:

-Los de abnegación no podéis estar aquí, si vienes a las pruebas debes ir al piso de abajo-le señaló la puerta que tenía a su derecha.

Harry acató la orden y se dirigió a esa puerta. La abrió y se encontró con unas escaleras que le condujeron a una sala llena de personas con el atuendo de su mismo color. Harry fue a preguntar algo, pero se detuvo: nadie hablaba en ese lugar, todos estaban callados, como si no se conociese entre ellos. Fue a sentarse pero alguien pronunció su nombre:

-Harry Potter, acompáñame.

Harry se dirigió hacia donde había escuchado esa voz y se encontró con otro hombre vestido con ropajes azules. Caminaron hasta una puerta donde éste se detuvo y le dijo:

-Suerte.

Harry entró y se encontró con una mujer y un asiento. Ésta le dijo:

-Siéntate y empezaremos.

Harry vaciló un instante y se sentó. Entonces aquella misteriosa mujer de ropajes negros le pinchó con una aguja en el cuello. Poco después todo volvía a quedarse blanco, no obstante, esta vez pronto volvió a aparecer otro espacio. Esta vez se encontraba en una especie de bosque frondoso, silencioso en un principio, hasta que oyó que alguien se acercaba. Una joven, algo más alta que él se acercó por el otro lado armada con un arco. Harry, queriendo saber que era lo que estaba sucediendo, le pregunto:

-¿Qué está pasando? ¿Donde estamos?

-Bienvenido a los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre, no se que clase de juego es este, yo soy Katniss del distrito 12.

Todo volvió a desaparecer, aunque esta vez todo se quedó negro y solo se oía un sonido: el sonido emitido por un sinsajo.


¿Qué os ha parecido ? ¿Os gustaría leer más historias pequeñas?  Ponedlo en los comentarios:)

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