¡Saludos Letrilers! Como comentaba en twitter no andaba muy inspirada, pero ha sido escuchar una canción unas cuantas veces (cuando digo unas cuantas veces se podría decir que más de diez) y tener en mi mente un pequeño relato ¿Ganas de leerlo? Aquí os lo dejo:
LA LLUVIA
Estaba amaneciendo, era hora de irse. Me vestí, cogí la mochila y salí de casa. Por fin era libre para huir de esos barrotes que se hacían llamar "hogar", era libre para vivir mi vida, para tomar el rumbo que mi corazón quisiese. No podía ser más feliz.
Mi familia era consciente de que yo no pertenecía a ese mundo, que era un lobo solitario que necesitaba salir y vivir experiencias, motivo por el que al cumplir la mayoría de edad me habían dado el permiso de marcharme o, dicho de otra manera, la llave para salir de esa jaula que me aprisionaba.
Empezó a llover, pero no me importó, no iba a provocar que me quedase. Ahora era libre. Empecé a caminar para salir del pueblo, mientras unas gruesas gotas de lluvia empezaban a mojar mi largo y fino pelo castaño.
-¡Aeren para!
Me giré en seco. Alguien había gritado mi nombre, pero no era una persona cualquiera, era él. En cuanto vio que me había detenido se acercó corriendo.
-¿Vas a irte?
Parecía irónico que fuese él quien lo preguntara. Sabía que era uno de los causantes de mi marcha, un parásito que absorbía mi vida a medida que el tiempo pasaba.
-Este no es mi sitio, tú lo sabes, ahora márchate.
-No siempre fue así, todo puede cambiar, todo puede volver a ser como antes.
Efectivamente no siempre fue así, él lo sabía, los dos lo sabíamos. Aún recordaba las escapadas a la montaña, los besos robados en la ventana de mi cuarto, promesas de papel y pluma en la palma de mi mano. Todo era perfecto, era mágico, pero él se había encargado de destruirlo todo. Una chispa había sido suficiente para destruir toda esperanza de ser feliz en ese lugar. Era demasiado tarde. Yo lo sabía, los dos lo sabíamos.
-No, tu elegiste y yo tengo que marcharme para olvidarlo, para olvidarte.
-No lo hagas, la gente cambia, yo puedo cambiar, podemos olvidarlo.
Me miró fijamente a los ojos sabiendo que esa mirada llegaba a hechizarme. No, ahora no. No era el momento de ser débil. Había conseguido entrar a rincones de mi corazón que nadie había visto, pero lo único que había conseguido dejándole derruir mi muro de seguridad era que me destruyera por dentro, que me destrozara el alma.
-Un error puede perdonarse, un asesinato no puede borrarse.
-Aeren, todo fue un error, no tenía que ser así, Erik...
-¡Basta!-grité mientras le pegaba una bofetada- no se te ocurra mencionar su nombre nunca más, me voy para no tener que ver como mancillas su memoria, para no tener que soportar que su asesino ande suelto, te odio.
Se quedó mudo, de piedra, no articulaba palabra alguna. No estaba dispuesta a hablar más, había sido suficiente. Reanudé la marcha mientras una lágrima corría por mi mejilla.
La lluvia era una muestra clara de mi dolor. Tenía que salir, tenía que olvidar, por Erik, por mi. Nunca más volvería a pisar ese lugar y las gruesas gotas que caían iban a ser testigos de esa promesa.
Hasta aquí el realto ¿Os ha gustado? ¿Sabríais decir de que canción se trata? En los comentarios os espero:)
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