sábado, 18 de julio de 2015

Curiosidades: Mitos Veraniegos ¿verdaderos o falsos?

Como muchos de vosotros sabéis, el verano, a parte del sol y del buen tiempo también trae los mitos veraniegos. Se trata de una serie de  "verdades" que ha ido pasando en las familias de generación en generación, por ejemplo, que no te puedas meter al agua recién comido. A causa de muchas de esas "leyendas urbanas", muchos de vosotros probablemente en vuestra infancia (o en la actualidad)  hayáis tenido que dejar de hacer una serie de actividades, hacerlas más tarde o por culpa de los mitos veraniegos hayáis sufrido. Por esa razón hoy os desmentiré cuatro de los mitos más comunes.

1- ¡No os metáis al agua después de comer! ¡Os podría dar un corte de digestión! Tenéis que esperar una hora: ¿ Cuantas veces habréis oído esta frase ? Este es uno de los mitos más comunes en todas las familias. La verdad es la siguiente:
Lo que te puede provocar un corte de digestión es un cambio brusco de temperatura. Cuando el cuerpo está haciendo la digestión tiene una temperatura corporal muy alta, por lo tanto, si nos metemos al agua (que normalmente esta fría) de golpe, el cambio de temperatura corporal será muy brusco y eso provocará un corte de digestión. En cambio, si nos metemos recién comidos al agua pero poco a poco, nuestro cuerpo irá asimilando el cambio de temperatura a su ritmo y no tendremos ningún problema.

2-Si estás moreno no hace falta que te eches crema: este mito es más actual. No importa estar moreno o no, debido a que una piel morena unicamente es una piel más bronceada. Es verdad que el sol te afectará menos que a personas que tengan la piel más clara, pero si no te echas crema te quemarás igualmente, la diferencia es que tardarás algo más en ponerte roja. Por eso hay que echarse crema para proteger la piel del sol y al salir del agua hay que hacerlo de nuevo, ya que en el agua la crema acaba perdiendo su efecto. En resumen, no importa el tono de piel que uno tenga, hay que echarse crema si o si, lo que evitará que nuestro tono de piel sea similar a la de la piel de un tomate, algo que les ocurre muy a menudo a los ingleses que van a las playas.

3-Los mosquitos eligen a quien picar: La mayoría de la gente piensa que eligen a las personas que tienen la sangre más dulce, pero el proceso de selección funciona de la siguiente manera:
Los mosquitos, a las noches, se guían por infrarrojos, es decir, que para detectarnos se guían por nuestra temperatura corporal. Por ese motivo, si en una casa vive más de una persona, el mosquito irá a donde la persona que tenga la temperatura corporal más alta. En el caso de que la casa tenga un perro, el mosquito seguirá picando a la persona con la temperatura corporal superior. La razón es muy simple: los perros tienen una temperatura corporal inferior a la nuestra, por lo que los perros estarán a salvo de los mosquitos simpre que convivan con seres humanos.


4- No te pasa nada si tomas el sol con gafas sin cristal óptico: la realidad es que tomar el sol con esas gafas te daña el ojo por dentro. Esto es lo que ocurre:
Con el sol, la retina del ojo se cierra, para evitar que entre demasiada luz y que se dañe el ojo. Entonces, nuestra visibilidad disminuye y no vemos bien. Los cristales de las gafas de sol son oscuras y así permiten que el ojo pueda abrirse sin dañarse, pero no basta solo con que el cristal sea oscuro, necesitan tener protección ultravioleta. Con cristales con esas características, el ojo se puede abrir perfectamente sin sufrir daño alguno. Las gafas con cristal oscuro y sin protección ultravioleta también provocan que el ojo se abra y así la persona tenga mejor visibilidad, no obstante, como en este caso las gafas no tienen protección ultravioleta, al tomar el sol dañan el ojo por dentro. En conclusión, las gafas de ese tipo solo se pueden usar para ir a la calle para pasear, no para tomar el sol.

Estos son los cuatro mitos veraniegos desmentidos que espero que os hayan aclarado algunas dudas y que, además, puedan hacer que paséis un verano sin riesgos ni preocupaciones.

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