¡Saludos Letrilers! Como vi que tuvo buena acogida el relato anterior he decidido traeros un relato este mes también, se trata de un relato fantástico llamado "Dos Segundos", espero que lo disfrutéis :)
En aquella tarde
lluviosa, ninguno podía creerse lo que tenían ante sus ojos. Contemplaban la
tumba, su tumba situada en el ala oeste del cementerio del pueblo. La
superficie de mármol, oscura como el azabache, mostraba los sentimientos albergados por los tres jóvenes que miraban
el ataúd: tristeza, melancolía, dolor, pero más bien rabia y culpabilidad por
lo sucedido. Dos de ellos lloraban y se abrazaban entre sí mientras que la
última observaba la tumba con dureza, agarrando cada vez más fuerte las rosas que
llevaba consigo. Sus ojos verdes se habían apagado y mostraban una expresión
bastante sombría. Su mente aún recordaba con claridad la razón por la que se
encontraban allí. Ella había sido tan ingenua, desafiando cosas a las que no
podía afrontar, poniendo en peligro a la gente que no podía salvar. Había
cometido un error, un gran error.
Una cuarta persona
llegó caminando a la tumba. A diferencia de los demás, éste era un varón
adulto, de una altura considerable y, al igual que todos, traía la tristeza
consigo. Dejó a un lado a la pareja abrazada y se acercó a la joven que tenía
las rosas blancas en su mano diciéndole:
-Quien iba a pensar
que un aparato traería tantas consecuencias, si yo no os hubiera dejado, si yo
no...
-No fue culpa
suya-le interrumpió ella y siguió hablando-al fin y al cabo, yo fui la que le
insistí y usted el que accedió, toda la culpa es mía-hizo una pausa, colocó las
flores mojadas en la tumba y prosiguió-lo peor es que nunca podré borrar los
recuerdos de mi mente, seguirán estando ahí, intactos hasta el día de mi muerte.
Ella no pudo evitar
volver acordarse de todo lo ocurrido y empezó a retroceder mentalmente atrás...
La clase de
biología estaba siendo igual de aburrida como de costumbre, ya que el profesor
no conseguía avanzar en el temario, debido a que la gente lo acosaba con
preguntas sin parar. Melani, como no se podía estar quieta, miraba a su
alrededor en busca de alguna cosa interesante en la que mirar, hasta que vio a
su amigo y compañero de pupitre Jack mirando un aparato que el profesor tenía
colocado en una de las baldas. A Melani también le llamó la atención, por lo
que le preguntó en un tono muy bajo:
-¿ Qué es lo que
estamos mirando ?
-Aún no lo se,
cuando el profesor acabe de explicar su lección por segunda vez se lo
preguntaré.
Raquel y Alicia,
sus otras dos amigas, que estaban sentadas detrás de ellos dos, vieron que se
había iniciado una conversación más interesante que la de la charla repetitiva
del profesor, por lo que decidieron incorporarse a ella. La chica pelirroja,
Raquel, fue la primera en tomar partido en la conversación:
-¿ Y qué creéis que
es ?
-Parece una especie
de radio antigua-dijo Alicia, la chica de pelo negro que se sentaba a su lado.
Jack, que quería
saber cuanto antes que era ese artilugio tan misterioso, se echaba hacia atrás
su pelo rubio debido a lo nervioso que se estaba poniendo. Cuando el profesor
acabó de explicar, Jack levantó la mano y formuló su pregunta:
-No he podido
evitar fijarme en ese aparato que tiene usted en esa balda, profesor ¿ Se puede
saber qué es?
El profesor Gloin
cambió su mirada de aburrido por la de entusiasmado porque un alumno se fijara
en un aparato tan curioso. Se acercó al lugar donde se encontraba el objeto y
comenzó su explicación:
-Este artefacto es
una réplica exacta de la máquina que construyo Konstantin Raudive para poder
oír la voz de los muertos y poder comunicarse con ellos. Uno de los profesores
de este instituto decidió hacer la misma máquina que Konstantin para hacer un
experimento con sus alumnos, debido a que el inventor original no tuvo éxito
con ese aparato en su época. Nadie sabe si funciona o no, pero por lo que
cuentan algunos antiguos profesores una noche la puso en marcha y al día
siguiente apareció muerto en su casa, con un puñal en el pecho. Las autoridades
apuntaron a que fue un suicidio por la locura de hablar con los muertos, pero
no todo el mundo está seguro de esa historia. Desde ese día el aparato se
conserva en este aula, ya que él fue profesor de biología y así se honra su memoria.
Al acabar la
explicación, el timbre sonó y los demás alumnos empezaron a recoger sus libros
y a salir de clase. Melani, en cambio, al levantarse les dijo a sus tres
amigos:
-Está claro que ese
aparato funcionó, por eso el profesor murió en extrañas circunstancias. Por
ello sugiero que comprobemos si el aparato funciona realmente y así aclaramos
el misterio.
-A mi me parece
buena idea-opinó Jack.
-Yo tengo un poco
de miedo pero me apunto-dijo Alicia.
Y hasta aquí la primera parte ¿Os ha gustado? ¿Tenéis ganas de la próxima? Espero vuestros comentarios :)
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