viernes, 1 de abril de 2016

Dos Segundos

¡Saludos Letrilers! Como vi que tuvo buena acogida el relato anterior he decidido traeros un relato este mes también, se trata de un relato fantástico llamado "Dos Segundos", espero que lo disfrutéis :)
 
En aquella tarde lluviosa, ninguno podía creerse lo que tenían ante sus ojos. Contemplaban la tumba, su tumba situada en el ala oeste del cementerio del pueblo. La superficie de mármol, oscura como el azabache, mostraba los sentimientos  albergados por los tres jóvenes que miraban el ataúd: tristeza, melancolía, dolor, pero más bien rabia y culpabilidad por lo sucedido. Dos de ellos lloraban y se abrazaban entre sí mientras que la última observaba la tumba con dureza, agarrando cada vez más fuerte las rosas que llevaba consigo. Sus ojos verdes se habían apagado y mostraban una expresión bastante sombría. Su mente aún recordaba con claridad la razón por la que se encontraban allí. Ella había sido tan ingenua, desafiando cosas a las que no podía afrontar, poniendo en peligro a la gente que no podía salvar. Había cometido un error, un gran error.
Una cuarta persona llegó caminando a la tumba. A diferencia de los demás, éste era un varón adulto, de una altura considerable y, al igual que todos, traía la tristeza consigo. Dejó a un lado a la pareja abrazada y se acercó a la joven que tenía las rosas blancas en su mano diciéndole:
-Quien iba a pensar que un aparato traería tantas consecuencias, si yo no os hubiera dejado, si yo no...
-No fue culpa suya-le interrumpió ella y siguió hablando-al fin y al cabo, yo fui la que le insistí y usted el que accedió, toda la culpa es mía-hizo una pausa, colocó las flores mojadas en la tumba y prosiguió-lo peor es que nunca podré borrar los recuerdos de mi mente, seguirán estando ahí, intactos hasta el día de mi muerte.
 
Ella no pudo evitar volver acordarse de todo lo ocurrido y empezó a retroceder mentalmente atrás...
La clase de biología estaba siendo igual de aburrida como de costumbre, ya que el profesor no conseguía avanzar en el temario, debido a que la gente lo acosaba con preguntas sin parar. Melani, como no se podía estar quieta, miraba a su alrededor en busca de alguna cosa interesante en la que mirar, hasta que vio a su amigo y compañero de pupitre Jack mirando un aparato que el profesor tenía colocado en una de las baldas. A Melani también le llamó la atención, por lo que le preguntó en un tono muy bajo:
-¿ Qué es lo que estamos mirando ?
-Aún no lo se, cuando el profesor acabe de explicar su lección por segunda vez se lo preguntaré.
Raquel y Alicia, sus otras dos amigas, que estaban sentadas detrás de ellos dos, vieron que se había iniciado una conversación más interesante que la de la charla repetitiva del profesor, por lo que decidieron incorporarse a ella. La chica pelirroja, Raquel, fue la primera en tomar partido en la conversación:
-¿ Y qué creéis que es ? 
-Parece una especie de radio antigua-dijo Alicia, la chica de pelo negro que se sentaba a su lado.
Jack, que quería saber cuanto antes que era ese artilugio tan misterioso, se echaba hacia atrás su pelo rubio debido a lo nervioso que se estaba poniendo. Cuando el profesor acabó de explicar, Jack levantó la mano y formuló su pregunta:
-No he podido evitar fijarme en ese aparato que tiene usted en esa balda, profesor ¿ Se puede saber qué es?
El profesor Gloin cambió su mirada de aburrido por la de entusiasmado porque un alumno se fijara en un aparato tan curioso. Se acercó al lugar donde se encontraba el objeto y comenzó su explicación:
-Este artefacto es una réplica exacta de la máquina que construyo Konstantin Raudive para poder oír la voz de los muertos y poder comunicarse con ellos. Uno de los profesores de este instituto decidió hacer la misma máquina que Konstantin para hacer un experimento con sus alumnos, debido a que el inventor original no tuvo éxito con ese aparato en su época. Nadie sabe si funciona o no, pero por lo que cuentan algunos antiguos profesores una noche la puso en marcha y al día siguiente apareció muerto en su casa, con un puñal en el pecho. Las autoridades apuntaron a que fue un suicidio por la locura de hablar con los muertos, pero no todo el mundo está seguro de esa historia. Desde ese día el aparato se conserva en este aula, ya que él fue profesor de biología y así se honra su memoria.
Al acabar la explicación, el timbre sonó y los demás alumnos empezaron a recoger sus libros y a salir de clase. Melani, en cambio, al levantarse les dijo a sus tres amigos:
-Está claro que ese aparato funcionó, por eso el profesor murió en extrañas circunstancias. Por ello sugiero que comprobemos si el aparato funciona realmente y así aclaramos el misterio.
-A mi me parece buena idea-opinó Jack.
-Yo tengo un poco de miedo pero me apunto-dijo Alicia.
 
Y hasta aquí la primera parte ¿Os ha gustado? ¿Tenéis ganas de la próxima? Espero vuestros comentarios :)

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